Las viejas cámaras de película en rollo que disponían de fuelle se ven actualmente en contadas ocasiones. La mayoría de esas cámaras son del tipo reflex, es decir, disponen de un sistema de visor por reflexión. La cámara de tipo reflex con lentes gemelas, por ejemplo, la Rolleiflex, tiene dos objetivos, uno montado sobre el otro en una pieza soporte. El objetivo inferior dispone de obturador y es el que sirve para tomar las fotografías, mientras que el superior produce una imagen en el visor o pantalla de enfoque, a través de un espejo situado de manera que la pantalla puede estar dispuesta en posición horizontal. Los dos objetivos se desplazan conjuntamente con la placa soporte, de modo que cuando la imagen es nítida en la pantalla también lo será sobre la película: el enfoque se realiza desplazando el conjunto de objetivos y obturador hacia dentro y hacia fuera. Prácticamente, todas las máquinas reflex de objetivos gemelos utilizan películas de 120.
Las cámaras reflex de doble objetivo son excelentes para muchos trabajos, pero poco adecuadas para trabajos a distancias cortas, ya que cada objetivo cubre un encuadre ligeramente distinto; ni tampoco se pueden cambiar los objetivos excepto cuando el mecanismo de disparo esté incluido en cada uno de ellos, como la Mamiyaflex. Con la gama de objetivos y películas modernas, las réflex de película en rollo permiten hacer fotografías de alto nivel profesional, lo que antes sólo se conseguía mediante cámaras que utilizaban película en hoja de tamaños menores, por ejemplo de 9x12 y 13x18 cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario